Comunidades rurales frenan la expansión de centros de datos de IA en EE. UU.

diciembre 21, 2025

Comunidades rurales frenan la expansión de centros de datos de IA en EE. UU.

Resumen: qué está ocurriendo

En 2025 ha crecido la resistencia de comunidades locales en Estados Unidos contra la construcción y ampliación de centros de datos orientados a entrenar y desplegar modelos de inteligencia artificial. Vecinos, votantes y legisladores locales han logrado bloquear o paralizar proyectos millonarios, en algunos casos mediante medidas legislativas, recursos administrativos y acciones legales. Informes recientes recogen cancelaciones o retrasos de proyectos que, en el segundo trimestre del año, sumaron propuestas por un valor aproximado de 98.000 millones de dólares, según el monitor Data Center Watch.

Por qué importa: energía, agua y calidad del aire

Los centros de datos modernos, y en particular aquellos destinados a cargas de trabajo de IA, requieren infraestructuras de alto consumo energético y sistemas de refrigeración intensivos. Dos impactos concentran la atención pública y técnica:

  • Consumo eléctrico: los centros que alojan aceleradores para IA disparan la demanda energética local. En los informes citados se estima que la demanda de energía de los centros de datos aumentó un 22 % en el último año en comparación con el anterior.
  • Uso de agua y refrigeración: la refrigeración y la generación asociada de electricidad para centros de gran escala implican un uso de agua significativo. Estimaciones recientes señalan que, de mantenerse ciertas tendencias, para 2028 la IA podría consumir anualmente una cantidad de agua equivalente a las necesidades interiores de 18,5 millones de hogares en EE. UU.

Además, hay preocupaciones sobre la calidad del aire y la salud pública. En Memphis, un centro de datos de xAI está bajo escrutinio después de que una investigación de la Universidad de Tennessee detectara aumentos en los niveles máximos de dióxido de nitrógeno desde que la instalación comenzó a operar en 2024; organizaciones como la NAACP y el Southern Environmental Law Center han planteado la posibilidad de demandas por contaminación.

Cómo las comunidades han conseguido frenar proyectos

La oposición local ha tomado diversas formas y ha logrado resultados concretos. Entre las vías más habituales están:

  • Movilización ciudadana y campañas de concienciación que elevan el asunto en audiencias públicas y medios locales.
  • Votaciones y presión sobre representantes municipales y condales para imponer moratorias o condicionar permisos.
  • Recursos legales y demandas basadas en normativas ambientales y de autorización urbanística.
  • Negociación de términos con promotores que puede traducirse en la cancelación o el aplazamiento de inversiones.

“Prevemos que la oposición seguirá creciendo”, declaró Miquel Vila, analista de Data Center Watch, grupo que ha monitoreado campañas contra centros de datos en EE. UU. desde 2023.

Los resultados son medibles: Data Center Watch contabilizó 20 proyectos cancelados o retrasados en el periodo reciente, frente a 16 en 2023, lo que pone de manifiesto un aumento en la capacidad de las comunidades para influir en decisiones de inversión.

Casos y cifras comparables

Algunos datos citados con frecuencia en el debate público y técnico ayudan a contextualizar la magnitud del fenómeno:

  • Proyectos detenidos o pospuestos por oposición local representaron 98.000 millones de dólares en propuestas durante el segundo trimestre del año, según Data Center Watch.
  • Se ha calculado que tareas intensivas de IA pueden consumir cantidades de agua significativas a escala; por ejemplo, artículos técnicos y divulgativos han destacado que generar texto con modelos grandes implica consumo de recursos que, acumulados, resultan notables (un apunte conocido en medios fue la estimación de consumo equivalente a varias botellas de agua por cada centenar de palabras generadas por un modelo como GPT-4).
  • La demanda de energía de los centros de datos creció aproximadamente un 22 % en el último año comparado con el anterior, según el informe referenciado.
  • En el área de Memphis, la investigación de la Universidad de Tennessee señaló un aumento del 79 % en los niveles máximos de dióxido de nitrógeno desde el inicio de operaciones de un centro de datos en 2024, dato que ha alimentado litigios y preocupación comunitaria.

Implicaciones para la industria y recomendaciones para profesionales

La ola de oposición no es solo un asunto local; plantea retos técnicos, regulatorios y reputacionales para operadores de infraestructuras cloud e integradores de IA. Para responsables técnicos, reguladores y planificadores urbanos, algunas recomendaciones prácticas y estrategias de mitigación son:

  • Evaluaciones de impacto ambiental rigurosas y transparentes antes de solicitar permisos: incluir modelado de calidad del aire, análisis hídrico y escenarios de demanda energética a futuro.
  • Compromisos vinculantes sobre fuentes de energía y medidas de eficiencia: contratos de compra de energía renovable, agregación de demanda para equilibrar picos y diseño para eficiencia de PUE (Power Usage Effectiveness).
  • Opciones de refrigeración con menor consumo de agua: implementar tecnologías de refrigeración líquida cerrada, free cooling, o soluciones de refrigeración que minimicen dependencias hídricas según el clima local.
  • Planificación de reutilización de calor y economía circular local: estudiar usos municipales del calor residual y compensaciones que aporten beneficios a la comunidad.
  • Compromiso y gobernanza local temprana: estrategias de ‘community engagement’ realistas y continuación de diálogo para negociar condiciones, beneficios comunitarios y protocolos de supervisión ambiental independientes.
  • Arquitecturas de infraestructura y de trabajo que reduzcan la necesidad de nuevas instalaciones físicas: optimización de modelos, uso de chips más eficientes y despliegue híbrido que aproveche centros ya existentes mejorados.

Para legisladores y reguladores, las acciones clave incluyen fortalecer marcos de evaluación ambiental, diseñar criterios claros para incentivos fiscales y exigir transparencia sobre el consumo hídrico y energético previsto por los promotores.

Riesgos y consecuencias a medio plazo

Si no se gestionan adecuadamente, las tensiones entre operadores y comunidades pueden provocar:

  • Contracción de inversiones en zonas afectadas, con pérdidas económicas locales y cancelación de proyectos prometidos.
  • Retrasos regulatorios y mayor complejidad en la planificación de infraestructuras críticas para la transición digital.
  • Impactos reputacionales para empresas tecnológicas y mayores costes por litigios y condiciones impuestas en permisos.
  • Desplazamiento de proyectos a otras jurisdicciones con marcos regulatorios menos exigentes, con riesgo de externalizar impactos ambientales.

Equilibrar la necesidad de capacidad computacional para el despliegue de IA con la sostenibilidad ambiental y la aceptación social es, por tanto, un reto técnico y de gobernanza que exigirá soluciones integradas.

Conclusión

La oposición creciente en comunidades rurales de EE. UU. muestra que el despliegue de centros de datos para IA ya no es una decisión técnica aislada: tiene efectos previstos y reales sobre el uso de energía, el agua y la calidad del aire que afectan a la vida local. La experiencia reciente obliga a operadores, reguladores y responsables políticos a incorporar evaluaciones ambientales serias, tecnología de refrigeración menos dependiente del agua, compromiso comunitario y transparencia contractual. Para los profesionales implicados, el mensaje es claro: sin respuestas técnicas y sociales creíbles, la expansión de la infraestructura de IA se encontrará con límites políticos y legales que pueden frenar inversiones multimillonarias.

Source: www.genbeta.com